A principios del siglo XX, Facundo, un joven leonés, se traslada a Madrid para estudiar la carrera de Derecho. En Madrid saborea la independencia lejos de la casa familiar y la vida le sonríe allá por donde va, hasta el fatídico verano que su madre fallece. Momento en el que todo se le trastoca. Un día, desesperado, acude con su amigo a una sesión de adivinación, la vidente le sugiere que deje todo atrás en su país, y se dirija al norte porque hay "alguien allí que lo necesita ya..."
Aquejado por los dolores de su entristecida alma y aferrado a la ilusión de que eso que le han adivinado pueda ser verdad, coge un tren a vapor y se dirige al norte hasta recalar en Cherburgo (Francia), una hermosa ciudad de mar.
A su vez, Marie Sophie es una joven francesa que vive amargada por las estrictas normas morales que le impone su aristocrático núcleo familiar. Con serias dificultades para sociabilizar y con una mente inquieta que le pide a gritos que busque algo más. Un día sigue los impulsos del ahora y se guía por sus ansias de fuga y decide escapar. Coge el primer tren que sale y se dirige a Cherburgo. Ambos confluyen en la misma ciudad en el momento en el que el recién construido buque de pasajeros Titanic, ha recalado unas horas para repostar.
Un mismo barco, un mismo destino, una misma ciudad de mar... Porque hay trenes en la vida a los que, una vez subidos, ya no hay modo ni manera de poderse bajar.
Betina Rosé nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1974. Es abogada y escritora.